Aprendizaje matemático —y un toque de ciencia— en la naturaleza
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Los niños pequeños se esfuerzan por entender el mundo que los rodea. Cuando están al aire libre, pueden pasar horas participando en juegos divertidos e imaginativos utilizando tan solo los materiales naturales que encuentran. ¿Cuántas veces ha vaciado tesoros de los bolsillos de un niño en edad preescolar? Las piedras pequeñas, piñas, plumas de aves y las hojas son maravillosos ¡y tienen mucho potencial para la investigación en matemáticas y ciencias!
Descubrimiento al aire libre
La naturaleza está llena de oportunidades para el aprendizaje de las matemáticas, con una vinculación con la ciencia, que puede interesar y captar la atención los niños para resolver problemas de la vida real. Los niños necesitan pasar largos periodos de tiempo jugando al aire libre y por tal motivo, las clases de nuestro programa incluyen al menos una hora al aire libre todos los días. Es asombroso ver cómo las exploraciones matemáticas y las observaciones científicas de los niños cuando están al aire libre inspiran el aprendizaje al interior en el salón de clases. ¡En una ocasión pasamos varias semanas examinando las características de las plantas y árboles alrededor de nuestra escuela! El interés inicial de los niños por los árboles generó horas de lectura, investigación, dibujo, escultura y dramatización de diferentes aventuras en el bosque. La exploración al aire libre también complementa las matemáticas emergentes, y también las ciencias.
A continuación encontrará algunas sugerencias para integrar las oportunidades de aprendizaje en el juego en espacios naturales y para conectar las exploraciones al aire libre con el aprendizaje de los niños. ¡Prepárese para ver el mundo al aire libre a través de la óptica de las matemáticas, con ojo para la ciencia!
Replantee su entorno
Tanto el diseño como el contenido del espacio de juego al aire libre son importantes. Cuando los niños tienen acceso a diferentes objetos encontrados y reciclados, incluidos troncos cortados de árboles caídos (tallos de árboles), llantas y piedras grandes, su imaginación guía las actividades. Permita que los niños controlen el rumbo que tomará su juego mientras realizan grandes movimientos corporales. El aprendizaje complejo ocurre cuando los niños hacen una planeación auténtica y resuelven problemas. Pueden alinear los tallos de los árboles por tamaño para hacer escalones, rodarlos hacia ciertos lugares para definir un espacio, usarlos como plataformas para saltar y organizarlos con piedras y neumáticos para crear una pista de obstáculos.
Incluya áreas que contengan arena, agua, grava y otros materiales sensoriales. Coloque mesas viejas afuera para que los niños tengan suficiente espacio de trabajo. Agregue herramientas como tubos, cubetas, palas, ollas, tazas medidoras y cucharas para alentar a los niños a usar las matemáticas cuando hablen de sus acciones y hagan planes para el juego colaborativo. Involucre a los niños en conversaciones matemáticas mientras usan los materiales para explorar la cantidad y el movimiento. Pida a los niños que dicten recetas para hacer un estofado de lodo, que comenten cómo medir los ingredientes para hacer una ensalada de hojas o que compren suministros en la “tienda”.
Utilice herramientas matemáticas al aire libre
Muchas áreas de juego al aire libre cuentan con vehículos y juguetes tradicionales, como triciclos, carretas, camiones y pelotas. Agregar herramientas matemáticas alienta a los niños a jugar de maneras inesperadas y más complejas. Ofrezca marcos diez laminados, bandejas para clasificar objetos, tableros de ajedrez reciclados, aros y líneas numéricas. Los maestros pueden afianzar el aprendizaje con actividades a medida que los niños incorporan las herramientas mientras juegan. Los materiales naturales sueltos, como piedras y bellotas, se pueden colocar en los marcos de diez para fomentar el conteo, las flores se pueden clasificar en bandejas por color y tamaño y los palos se pueden contar usando una recta numérica. Utilice una tiza para dibujar una cuadrícula grande de cien en el pavimento o agregue partes sueltas naturales junto con dados o ruedas giratorias a un tablero de ajedrez para inspirar a los niños a crear juegos de números juntos.
Responda a las observaciones e inquietudes de los niños
Cuando juegue con niños, preste atención a sus comentarios sobre el espacio al aire libre. Tomo nota de las preguntas de los niños (“¿Qué tan grande es este árbol?”, “¿Qué tan rápido puedes correr?”, “¿Por qué todos esos pájaros vuelan juntos?”) y después los aliento y apoyo con sus proyectos emergentes. Por ejemplo, llevamos una tableta afuera para que los niños puedan documentar y tomar fotografías de lo que observan, como las hojas que cambian de color y los gansos que migran hacia el sur durante el invierno, y luego comparto sus observaciones en las conversaciones que se llevan a cabo con todo el grupo.
Los maestros pueden aclarar las preguntas de los niños y luego ayudarlos a planear una investigación para descubrir las respuestas. Los recursos como libros y páginas web ofrecen conocimientos básicos e introducen herramientas y vocabulario adecuados de matemáticas y ciencias. Los niños ven de primera mano por qué las matemáticas son importantes cuando observan propósitos auténticos para el uso de éstas en su mundo. El vocabulario y la resolución de problemas tradicional cobran más importancia cuando se aplican a situaciones reales.
Cuando los niños de mi salón de clases sintieron curiosidad por los árboles grandes en nuestro patio de recreo, practicamos el uso de herramientas estándar (cinta métrica) y herramientas no estándar (eslabones de conexión) para medir los troncos. Los niños aprendieron y recordaron la palabra circunferencia, la distancia alrededor de algo, porque era importante para ellos en ese momento. Ese día, no tenía pensado hacer una actividad de medición con los niños. Pero debido a que respondí a sus intereses, tuvimos una gran experiencia con la exploración matemática que incorporó muchas normas de aprendizaje.
Explore y ordene colecciones
Alentar a los niños a mantener colecciones de materiales naturales, tales como plumas, conchas o vainas de semillas, es una manera fácil de integrar las matemáticas y las ciencias en el juego al aire libre. Los niños pueden identificar características comunes, como tamaño, color y forma, y luego usar reglas de clasificación para agrupar los elementos. Los niños también pueden llevar materiales al interior del salón de clases para explorar y jugar con más profundidad. Tenemos colecciones en los diversos centros de nuestro salón de clases para que los niños las incorporen a sus actividades diarias. Los objetos pueden agregarse a diseños geométricos en la mesa de arte, colocarse en la mesa de luz para modelar o analizarse con una lupa en el centro de ciencias. Recomendamos que las familias busquen más materiales en sus patios y vecindarios para agregar variedad a lo que ya se ha reunido en la escuela.
Tome nota de los patrones
¡La naturaleza tiene patrones por todas partes! Desde las marcas únicas de los animales hasta el ciclo de las estaciones cambiantes, hay muchas formas en que los niños observan y documentan la repetición en nuestro mundo. Los patrones naturales pueden ser complejos ya que obligan a los niños a pensar de manera abstracta e interpretar su entorno de diferentes maneras. Cuando un niño observa las etapas crecimiento de las hojas en un árbol en las diferentes estaciones del año, hay muchas posibilidades de conectar sus observaciones con las matemáticas, las ciencias y la alfabetización. A diferencia de las actividades más comunes para crear patrones que pueden tener solo unas cuantas respuestas correctas (como colorear en recuadros en una hoja de trabajo o colocar cuentas en un hilo), explorar patrones naturales anima a los niños a pensar profundamente sobre lo que están observando. ¿Por qué ocurren los patrones? ¿Cambiará el patrón de alguna manera? ¿De qué manera afecta el patrón a otras partes del mundo natural?
Algunos patrones son más difíciles de identificar y debido a que el área de juegos al aire libre ofrece diferentes experiencias cada día (según el clima, las interacciones humanas y animales que llegan de visita), siempre hay cosas nuevas por descubrir, interpretar y conversar.
Los niños pueden observar patrones de cerca usando herramientas como lupas y microscopios para analizar piedras, hojas y telarañas. En nuestro salón de clases, los niños tomaron fotografías digitales para crear libros sobre los patrones que encontraron en la naturaleza. También copiaron y ampliaron estos patrones en sus trabajos de arte (usando pasteles para dibujar lo que vieron afuera y usando partes sueltas para construir los patrones). Comunicaron nuevos conocimientos al escribir en blogs y tuiteando con otros sobre su trabajo matemático inspirado en la naturaleza. Los niños disfrutaron de conectarse con otros salones de clases de todo el país.
Conclusión
Los niños disfrutan mucho las maravillas de la naturaleza. Utilice esta emoción para crear experiencias matemáticas y científicas auténticas, atractivas y accesibles al aire libre. Cuando abrimos nuestro corazón y nuestra mente a las posibilidades que brinda la naturaleza, hacemos que el aprendizaje sea divertido y relevante para todos los niños, ¡en sus propios patios traseros!
Photos courtesy of the author
La traducción de este documento ha sido elaborado en el marco de un acuerdo cooperativo (PR/Award no. U295A150003, CFDA Nº 84.295A) del Departamento de Educación de Estados Unidos. No obstante, este contenido no representa necesariamente la política del Departamento de Educación, y usted no debe asumir el aval por parte del Gobierno Federal.
Deanna Pecaski McLennan, PhD, is a passionate early childhood educator, researcher, and writer from Amherstburg, Ontario, Canada, who has spent over 20 years working with young children. As a teacher in Ontario’s full-day kindergarten program and a university instructor, she devotes her research and practice to exploring the potential for rich mathematics learning through playful inquiry and exploration.